| La Marseillaise, trasfondos históricos |
Se denomina con revolución francesa los acontecimientos entre 1789, convocatoria de los estados generales y la toma del poder por Napoleón. Aunque finalmente fracasó, es el comienzo del fin de las estructuras feudales. La convocatoria de los estados generales se hizo necesaria, porque Luís XVI no pudo gobernar de manera tan absoluta como quiso. Para la abolición de la exención de impuestos de la nobleza, lo que debido a los problemas financieras era necesario, le hacía falto el consentimiento de la nobleza, que ya le fue negado por la asamblea de los notables. Esperó de obtener este consentimiento con la convocatoria de los estados generales, con lo cual puso en marcha una dinámica que finalmente no pudo controlar. Los estados generales eran una reliquia del tiempo antes del absolutismo, porque desde 1614 no han vuelto a ser convocados, porque bajo Luís XIV, "El estado soy yo", no había nada a lo cual habían debido consentir. Los estados generals fueron separados en tres cámaras, la primera para el clerus, la segunda para la nobleza y la tercera para el tercer estado, al cual pertenecián 92 por cientos de la población. Pero estos 92 por cientos dominaron, gracias también al comienzo de la producción industrial, la economía. La primera y la segunad cámara rechazaron la exigencia de la tercera cámera de que cada cabeza contara como un voto, porque con este procedimiento la primera y la segunda cámera habrían perdido su poder. En esta situación la tercera cámera formó la asamblea nacional. Bajo la presión de la calle Luís XVI fue obligado a aceptarla. La otras dos tenían la opción de adherirse a ella o dejarlo. Sin embargo los intereses de la asamblea nacional no eran necesariamente identicos a los de la mayoría de la nación. A esta asamblea nacional pertenecián por ejemplo también los proprietarios de haciendas, que no no tenían ninguna simpatía por la exigencia de expropiar los latifundista. En este estado de la revolución la asamblea nacional no quiso abolir la monarquía, ni expropiar la iglesia y tampoco quiso el derecho de voto universal. En la asamblea había varios grupos con intereses distintas y es la más radical que finalmente, debido a la presión en la calle, se impuso. La Francia revolucionaria inquietó Prussia y Austria que intervinieron militarmente al lado de la nobleza francesa. La presión de afuera hico crecer la impresión al interior, no había clemencia para enemigos o supuestos enemigos de la revolución.
La Marseillaise
El texto y la melodía de la Marseillaise es apasionante, un pueblo se levanta contra la tiranía. Sin embargo el trasfondo histórico es mucho más complejo, la Francia estuvo en este momento desgarrado interiormente. El autor de la Marseillaise es Claude Joseph de Lisle, un oficial del ejército francés. La compuso cuando Francia declaró la guerra a Austria. Se convirtió en la Marseillaise, inicialmente su nombre era Chant de guerre pour l' armée du Rhin, cuando soldatos de Marseille la cantaron al entrar en Paris.
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